Proyectos de cooperación

El proyecto que se presenta busca consolidar la seguridad alimentaria y mejorar las condiciones de vida de 33 comunidades campesinas de 3 municipios de las provincias de Azua y San Juan, incrementando la base económica y alimentaria de 282 familias (en un período de 2 años) que presentan problemas graves de pobreza extrema y que repercuten en el déficit alimentario sobre todo de niñas, niños y mujeres. Este incremento se plantea a través de un desarrollo productivo, agropecuario, ecológico, con enfoque de género y sustentabilidad ambiental, con un interés adicional de aumentar la cobertura boscosa en el área de incidencia del proyecto. Se trata de una acción comunitaria de 89 organizaciones campesinas de tres municipios contiguos (Bohechío, Las Yayas y Padre Las Casas), ubicados en la región suroeste de la República Dominicana y forma parte de un proceso de intervención en la zona, a medio-largo plazo (6-10 años), diseñado por CEPROS y Manos Unidas. Este proyecto es la continuación del proyecto finalizado en 2020, ?MEJORA DE LAS CONDICIONES DE VIDA DE LA POBLACIÓN CAMPESINA DE TRES MUNICIPIOS DE LAS PROVINCIAS DE AZUA Y SAN JUAN, CONSOLIDANDO SU SEGURIDAD ALIMENTARIA MEDIANTE LA IMPLEMENTACIÓN DE UN SISTEMA PRODUCTIVO AGROECOLÓGICO? FASE I La problemática que aborda el proyecto está focalizada en la atención de los siguientes aspectos: vulnerabilidad frente a fenómenos naturales y deterioro progresivo de los recursos naturales, inseguridad alimentaria, bajos ingresos consecuencia de la frágil producción agropecuaria y débil participación de las familias campesinas. Por ello, la estrategia de actuación se centra en los siguientes componentes: Producción agropecuaria ecológica respetuosa con los recursos naturales y el medio ambiente y la participación ciudadana activa, principalmente enfocada a las mujeres. La mayor parte de las familias trabajan en minifundio o pequeños predios, con una tecnología aún anticuada, sobreviven a través de una economía de subsistencia, obtienen poca ayuda estatal y sus cosechas se ven afectadas por las sequías, inundaciones y huracanes que azotan inesperadamente al país. Por ello, a través de la presente intervención, se pretenden mejorar las prácticas agropecuarias para aumentar los ingresos de las familias campesinas de los tres municipios involucrados. En este sentido, los resultados que sustentan la intervención son: R.1. Comunidades campesinas, capacitadas en técnicas de producción agroecológica y agroforestería, implementan sistemas productivos diversificados con criterios de sostenibilidad ambiental. Actualmente, la población no está totalmente capacitada en técnicas agrícolas. Cultivan principalmente habichuelas, guandules, maíz y maní, al ser cultivos de ciclos cortos que les permiten tener dinero rápido y de forma periódica. Utilizan productos agroquímicos para el control de plagas y enfermedades y no obtienen ingresos económicos de importancia con la producción. Mediante este componente se fortalecerán las capacidades de 55 personas organizadas cada año, en su mayoría mujeres. Para lograr un mayor aprovechamiento y rendimiento de la tierra de cultivo de 110 parcelas agroforestales, diversificarán los cultivos e incrementarán la producción de hortalizas y víveres para autoconsumo familiar, venta de excedentes y realizarán prácticas ecológicas de control de plagas, enfermedades y conservación de suelos. R.2. Familias campesinas formadas en el manejo y crianza de animales, gestionan granjas respetuosas con el medio ambiente. Actualmente la población no está completamente capacitada en técnicas pecuarias de crianza y manejo de animales, en medidas sanitarias para el manejo de las enfermedades y parásitos, ni en técnicas para producir y almacenar alimentos-pastos que puedan ser utilizados en las épocas de sequías. Mediante este componente, se fortalecerán las capacidades de 172 familias para la gestión de 172 granjas familiares para la crianza de animales (mínimo, 50% gestionadas por mujeres). Para ello realizarán prácticas ecológicas de control de enfermedades y parásitos, así como de alimentación saludable en la producción pecuaria y generarán ingresos mediante la venta de los excedentes de producción pecuaria obtenidos (carne, huevos, leche). R.3. Fortalecidas las habilidades de liderazgo, propuesta y negociación de las organizaciones campesinas para incidir sobre políticas públicas relacionadas con seguridad alimentaria, el acceso a bienes, obras y servicios públicos, con equidad de género, desde un enfoque basado en derechos. Las organizaciones comunitarias no participan en los espacios municipales o nacionales y las mujeres no tienen oportunidades de participar directamente en las decisiones de las organizaciones locales, hay muy pocas mujeres ocupando cargos importantes y sus intereses no han sido tomados en cuenta en las demandas campesinas ni en los planes municipales. Para ello, mediante la implementación del proyecto, está previsto darle continuidad al proceso de fortalecimiento de las organizaciones campesinas iniciado en la Fase I, promoviendo la igualdad de oportunidades y derechos entre mujeres y hombres organizados, reconociendo el trabajo de las mujeres y ajustando los estatutos de cada estructura, estableciendo cuotas de participación de al menos el 50% para la incorporación de mujeres en las directivas de las asociaciones campesinas y de igual manera alternando, por orden de importancia entre mujeres y hombres, los puestos en las directivas. Se formará a hombres y mujeres en liderazgos e incidencia política, para que puedan comenzar a participar activamente en los espacios de participación ciudadana comunal, municipal y nacional, entre otros. El proyecto marca una opción preferencial por las mujeres cabezas de familias, al considerar que una vez empoderada, la mujer, es motor fundamental para el cambio y el desarrollo comunitarios. Los titulares de derecho son 1.763 campesinos y campesinas (913 mujeres y 850 hombres) y sus familias (7.052), hacen un total de 8.815 titulares de derechos de la provincia de Azua y San Juan.