Proyectos de cooperación

Níger se enfrenta a una emergencia humanitaria compleja caracterizada por la inseguridad y la violencia continuas contra la población civil perpetrada por elementos de los grupos armados, la pobreza endémica, los efectos del cambio climático, incluidas las inundaciones estacionales y focos de sequía. La situación humanitaria se ve agravada aún más por la pandemia de COVID-19, que está provocando un aumento exponencial de las necesidades. En el caso de la Región de Tillaberi es una de las zonas donde más ha crecido la población debido a la emigración por tratarse de una zona fértil y debido a que es zona receptora de población desplazada, el 33% de su población menor de 2 años padece desnutrición crónica, las infraestructuras escolares son insuficientes y faltan maestros, lo que hace que el 43% de los menores de 12 años no se encuentren escolarizados y el 84% de las personas adultas sean analfabetas. Junto con los menores, las mujeres son otro colectivo que padece una fuerte vulneración de sus derechos en un país donde coexisten tres fuentes de derecho en Níger -consuetudinario, islámico y civil-, que llevan a una interpretación a menudo incorrecta de las disposiciones contenidas en las diferentes fuentes que definen los derechos de las mujeres y las niñas, y limita la aplicación de la igualdad afirmada en la legislación nacional y textos internacionales. En este contexto, el objetivo de la propuesta es mejorar el acceso y la calidad de la respuesta humanitaria para mitigar el impacto de las violencias de género y la vulneración de los derechos de las mujeres desplazadas y refugiadas en el Asentamiento de Tondikiwindi.