Observaciones
Proyectos de Ayuda Humanitaria y de Emergencia
Convocatoria de Subvenciones 2020
Descripción resumida
La crisis de la COVID-19 ha venido a agravar la inseguridad alimentaria de la población refugiada de Palestina en la Franja de Gaza, en situación de bloqueo e inestabilidad permanente. Gracias al reparto de ayuda alimentaria, el presente proyecto mejorará la seguridad alimentaria de las personas más vulnerables.
El proyecto se implementará en todas estas áreas a través de los centros de distribución con los que cuenta UNRWA, si bien es posible que se priorice determinada zona en el momento en que se reciban los fondos. A fecha de redacción de la presente propuesta UNRWA cuenta con 10 centros de distribución de ayuda alimentaria en Gaza.
El bloqueo impuesto por Israel sobre la franja de Gaza desde hace trece años ha dejado a la población en una situación de extrema vulnerabilidad, dificultando cada vez más la provisión de bienes y suministros básicos para la población y destruyendo el tejido productivo de la zona. Además, el largo bloqueo económico y militar está directamente unido a un alarmante nivel de desempleo y a un grave debilitamiento de los sectores productivos principales como la pesca y la agricultura. En este contexto, los niveles de pobreza siguen aumentando, así como la dependencia de los servicios de UNRWA. Además, la inestabilidad política en la zona y los frecuentes episodios de violencia aumentan la vulnerabilidad de la población. En ausencia de medios de vida y perspectivas de ingresos entre la población, la asistencia internacional se encarga de mantener unas condiciones de vida dignas. En Gaza, UNRWA brinda servicios a más de un millón y medio de personas refugiadas de Palestina y mantiene un programa de emergencia para ayudar a los más vulnerables. La dependencia abrumadora de los alimentos de emergencia y la asistencia en efectivo atestigua la profundidad de la crisis de la dignidad humana. Desde 2018, la Agencia ha tenido que hacer frente a las consecuencias del cese de la ayuda de Estados Unidos, que era el principal donante de UNRWA con una contribución de 360 millones de dólares anuales. Este recorte obligó a la Agencia a realizar diferentes recortes y reajustes e incluso, en algunos casos, a suprimir de forma provisional algunos programas, con graves consecuencias para la población beneficiaria. Al mismo tiempo, se han priorizado aquellas intervenciones que son más importantes para dicha población beneficiaria, como es el caso de la presente intervención.
La situación crítica creada por la pandemia de COVID19, que está teniendo un efecto aún más desolador en aquellos países que eran más vulnerables antes de la misma. Este es el caso de la Franja de Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del mundo y con una situación previa a la pandemia que situaba a la población refugiada de Palestina entre las comunidades más vulnerables. La situación de la Franja de Gaza es sumamente volátil, la población sigue soportando una crisis humanitaria y económica impulsada por el bloqueo terrestre, aéreo y marítimo. A ello se suman los ciclos de violencia, la inestabilidad política y las restricciones a la entrada y salida tanto de personas como de materiales. La limitada actividad económica de Gaza, agravada por los efectos de la actual división política, la crisis financiera de la Autoridad Palestina, las reducciones de la asistencia social y el deterioro de la infraestructura pública obstaculizan la prestación y la disponibilidad de los servicios esenciales.
Se prevé una distribución de cestas alimentarias a 1.655 personas refugiadas de Palestina en situación de pobreza absoluta entre los 10 puntos de distribución que UNRWA tiene a lo largo de la Franja de Gaza.
Contenido: Harina, Arroz, Aceite de girasol, Azúcar, Leche en polvo, Lentejas, Garbanzos y Sardinas.