Descripción resumida
Níger es el país más pobre del mundo (IDH 2020/PNUD: 0,377). La degradación de las tierras, las sequias y los efectos del cambio climático ejercen presión sobre los recursos naturales y provocan un estado de inseguridad alimentaria crónica para gran parte de la población rural. Esta inseguridad alimentaria asociada a la falta de acceso al saneamiento, higiene y agua potable y la baja cobertura sanitaria vulneran la seguridad nutricional de la población entendida como el acceso permanente a los elementos básicos de una nutrición adecuada (entorno sano, agua potable, alimentación equilibrada, atención sanitaria y conocimientos necesarios). La OCHA estima que 2 millones de personas necesitaran asistencia nutricional en Níger en el 2020.
A esta situación, se añade el impacto de la pandemia de Covid-19 en Níger que podría agravar la situación preexistente. Un análisis del UNU WIDER , estima que ?los efectos adversos [de la pandemia en África Subsahariana] podrían dar lugar a niveles de pobreza similares a los registrados hace 30 años?. El impacto del Covid-19 sobre los recursos, la seguridad alimentaria y el acceso a los servicios de salud podrían incrementar los niveles de malnutrición y otras enfermedades con un impacto especialmente fuerte sobre los niños y niñas. El Clúster Nutrición de Níger estima por su parte que se podría ver un aumento de hasta 35% de los casos de Malnutrición Aguda Severa. Por otra parte la pandemia evidencia la importancia del saneamiento, la higiene y un acceso adecuado al agua limpia para prevenir y contener las enfermedades. La principal medida de prevención del Covid-19, lavarse las manos con agua limpia y jabón, no está al alcance de muchas de las poblaciones vulnerables de Níger que no tienen acceso al agua potable y son por lo tanto aún más vulnerables frente a esta pandemia.
En base a esto, planteamos una propuesta cuyo objetivo es promover la seguridad nutricional de la población del pueblo de Tilli Say, departamento de Say, región de Tillabéry, Níger.
Esta iniciativa parte de la voluntad de poder responder al impacto de la pandemia de Covid-19 sobre las poblaciones más vulnerables del departamento de Say, y, segundo, de los intercambios entre DIKO y el Distrito Sanitario de Say, que nos permitió elaborar une estrategia de refuerzo de las capacidades de las poblaciones en materia de nutrición, agua, saneamiento e higiene para que sean el motor del cambio para mejorar sus condiciones de vida y ejercer sus derechos básicos.
Esta propuesta se estructura en 2 ejes:
(1) El refuerzo de las capacidades de la población para la detección, orientación y prevención de la malnutrición infantil.
Para ello, se identificarán y capacitarán agentes comunitarios (?relais communautaires? y ?mamans lumières?) que serán los referentes en materia de nutrición en el pueblo y, acompañados por el personal del proyecto, estarán encargados de orientar, informar y sensibilizar a las familias de niños/as menores de 5 años en materia de nutrición y cuidados. Se implementará un FARN (hogar de aprendizaje y rehabilitación nutricional) para que los niños y niñas padeciendo malnutrición aguda moderada reciban un tratamiento a base de alimentos locales y que sus madres vayan adquiriendo buenas prácticas nutricionales y de cuidado. Se acondicionará un huerto comunitario para abastecer el FARN en productos frescos y garantizar la sostenibilidad del proyecto.
(2) El refuerzo de las capacidades de la población para garantizar su acceso al agua potable y a un saneamiento e higiene adecuados para prevenir enfermedades infectocontagiosas y limitar su impacto en la malnutrición.
Para ello, se implementará el enfoque comunitario ATPC (Saneamiento Integral Dirigido por la Comunidad) para poner fin a la defecación al aire libre en el pueblo y garantizar la salubridad del entorno. Se creará un comité WASH compuesto de voluntarios del pueblo formados y encargados de velar por la salubridad del pueblo y de sensibilizar a la población en buenas prácticas de higiene y lavado de mano incluyendo las medidas de prevención al Covid-19. Finalmente, se implementará un circuito de venta de tabletas de tratamiento del agua, gestionado por el comité WASH, para garantizar el acceso del conjunto de la población al agua potable de manera asequible.
La ONG nigerina DIKO tiene una amplia experiencia en la ejecución de proyectos en la comuna de Say, apoyando a las poblaciones más vulnerables, incorporando siempre el enfoque de género de forma transversal, en torno a 4 sectores: la educación, el agua y el saneamiento, la seguridad alimentaria, y el empoderamiento de las mujeres. Gracias a su amplia trayectoria en la comuna de trabajo Say, DIKO ha tiene experiencia y relación con la población de Tilli Say. A su vez tanto la población como las autoridades locales conocen la entidad y su forma de trabajo y se han establecido tanto la confianza como la colaboración necesarias para el buen desarrollo de proyectos en la zona.