Proyectos de cooperación

Níger es el segundo país más pobre del mundo (PNUD/IDH 2017:0,354). La inseguridad alimentaria, la falta de acceso a agua suficiente y de calidad apta para el consumo, el deterioro del entorno y de los medios de subsistencia, los movimientos de población, la inseguridad en determinadas zonas del país, crean un escenario donde el respeto de los derechos sociopolíticos de la población no siempre es prioritario. La desigualdad de género es patente en Níger. La pobreza afecta de manera más intensa y de distintas formas a las mujeres, afectando tanto a su salud como a su desarrollo personal, incluido el acceso a la educación y a la participación en la vida pública. Aunque las mujeres han tenido presencia tradicionalmente en las asambleas, su papel ha sido secundario y para la realización de labores de apoyo, pero no participativa a nivel de toma de decisiones. Níger ha firmado los acuerdos internacionales para evitar la violencia contra las mujeres y ha avanzado en la legislación y normativas para buscar la igualdad, incluyendo la creación del Ministerio de la Promoción de la Mujer y de la Protección de la Infancia. Sin embargo y pese a la ley de cuotas, en Níger existe un acaparamiento del espacio político por parte de los hombres y una hegemonía patriarcal que dificulta y desalienta a las mujeres a participar como votantes y como candidatas. En este contexto planteamos una propuesta para promover el acceso justo y equitativo a la participación política de las mujeres en Níger y, en especial, de las mujeres de la Comuna urbana de Say (departamento de Say, región de Tillabéri). Más concretamente se focalizará la acción en los pueblos de Sabara Bangou, Goubal, Doguel Kaina, Tilly Say, Tokeye, Tilli Kollo, Goungou foumbi y Garba Goungou. La iniciativa parte de REFELON, entidad local que reúne a mujeres con presencia en la vida política, y se ha identificado con la participación de ONU Mujeres y de otras entidades locales de mujeres (AFJN), llegando a la elaboración de una estrategia que acomete el refuerzo de las capacidades de participación política de las mujeres y la promoción de un ambiente sociopolítico igualitario trabajando con las titulares de derechos (las mujeres) y también con los titulares de obligaciones (representantes de las estructuras del Estado y de los partidos políticos). Dentro de esta estrategia, en las localidades concretas citadas se propone trabajar desde la base de las agrupaciones de mujeres, siendo el primer escalón para trabajar en el empoderamiento relacionado con la toma de decisiones y la participación en la vida sociopolítica. Este sistema de agrupaciones de mujeres existe y es un medio exitoso de trabajo colaborativo relacionado con actividades económicas. El trabajo de base con las agrupaciones se basará en dos ejes: (1) la creación, refuerzo, capacitación y acompañamiento de las agrupaciones de mujeres y (2) la incidencia y la formación sobre los derechos de las mujeres y la regulación electoral de Níger, así como el papel de la mujer en ese contexto. Para esto, se partirá de la capacitación de mujeres que intervendrán como agentes locales de desarrollo y que dinamizarán las distintas actividades previstas. A continuación se trabajará a nivel de las agrupaciones dando apoyo formativo y material y buscando mejorar su gestión y acercar el conocimiento sobre la importancia de la participación en la toma de decisiones. Finalmente se trabajará a nivel comunitario con acciones de incidencia y de sensibilización dirigidas a las personas clave de la comunidad, es decir al entorno de la toma de decisiones, y a la ciudadanía en general, con el fin de promover el cambio de mentalidades necesario para la participación igualitaria y efectiva de las mujeres en la vida política. La ONG nigerina DIKO tiene una amplia experiencia en la ejecución de proyectos en la comuna de Say, abordando distintas temáticas de actuación pero manteniendo en todas ellas un foco de atención prioritario en los derechos de las mujeres. Esa trayectoria incluye el trabajo en la creación y acompañamiento de agrupaciones de mujeres. Es socio habitual de ONU Mujeres e incorpora en sus proyectos las lecciones aprendidas y buenas prácticas de las distintas organizaciones y agencias que trabajan en el país. Gracias a su amplia trayectoria en la comuna de Say, DIKO cuenta con un notable conocimiento sobre la población beneficiaria. A su vez tanto la población como las autoridades locales conocen la entidad y su forma de trabajo y se han establecido tanto la confianza como la colaboración necesarias para el buen desarrollo de proyectos en la zona.