Descripción resumida
El presente proyecto forma parte del Plan estratégico de Grupo Venancia 2016-2025. La principal actividad esta focalizada en el Departamento de Matagalpa y Jinotega, con un impacto a nivel nacional.
Desde 1991 Grupo Venancia trabajamos para contribuir a la autonomía y crecimiento personal de las mujeres y al desarrollo del movimiento de mujeres desde nuestras diversas identidades e individualidades.
El presente proyecto es continuación del que se está ejecutando actualmente con el apoyo del Ayuntamiento de Pamplona de la convocatoria de 2016 y otros ayuntamientos de la Comunidad Foral con el objetivo de que las mujeres conozcan, reflexionen y accionen por el cumplimiento de sus derechos para vivir libres de violencias incidiendo para el acceso a la justicia y la equidad.
El contexto político, económico y social de Nicaragua no ha tenido grandes cambios en estos últimos años por esa misma razón continuamos con la acción colectiva, decidida y transformadora como movimientos sociales ante la persistente vulneración de los derechos de las y los ciudadanos en todos los ámbitos de nuestra vida: salud, educación, acceso a la justicia, participación en espacios de incidencia, empleos dignos, tenencia de la tierra y el medio ambiente.
Continuamos luchando por la democracia de la vida social y política del país. Es importante resaltar que hemos logrado importantes avances, tales como que algunas egresadas de los cursos impartidos en la universidad se hayan integrado en la Red de Mujeres de Matagalpa o hayan encontrado trabajo en organizaciones que apoyan a las sobrevivientes de violencia. Asimismo, las participantes de los cursos de la Escuela de Formación en Género y Ciudadanía han manifestado interés en seguir participando en los procesos y compartir sus conocimientos en las comunidades.
Grupo Venancia es una organización que siempre ha priorizado dentro de sus estrategias proveer atención individual y grupal como procesos de desarrollo personal y para superar los efectos de la violencia y la desigualdad. Incluso los juzgados especializados en violencia en Matagalpa remiten a las mujeres que han denunciado para que continúen procesos de sanación con nuestra ayuda.
Como parte de los avances del activismo feminista en el país podríamos mencionar la promulgación de la Ley 779 en el año 2012. Se requirieron de años de lucha pro parte de las organizaciones de mujeres, las cuales realizamos distintas acciones, numerosas propuestas y movilizaciones. Aún en los momentos más difíciles, las mujeres y las feministas organizadas hemos estado en las calles, cuando otros se han callado, se han abstenido de expresar lo que piensan o simplemente se han conformado y se han ido a sus casas.
En la actualidad las mujeres continuamos manifestándonos en grupos grandes y pequeños, con represión y sin represión, con alegrías, con rebeldía, creatividad y persistencia. Las mujeres organizadas continuamos denunciando el atropello a nuestros derechos particulares, pero también los de la sociedad en su conjunto.
Como movimiento de mujeres y feministas en Nicaragua somos un actor social y político reconocido a pesar de los embates de los gobiernos, de las jerarquías eclesiales y grupos conservadores que quisieran vernos desaparecer o quedándonos en las casas. Seguiremos ejerciendo nuestra autonomía en Nicaragua con marchas, con plantones, caravanas, conciertos, teatro callejero; en las cortes y juzgados, en los municipios y barrios o en los organismos internacionales; solas, en grupos o en manifestaciones multitudinarias; pero siempre conservando nuestra identidad feminista.
A pesar de haber conseguido ciertos avances y ciertos logros, también continuamos con fuertes retrocesos en relación a nuestros derechos donde se pone de manifiesto la necesidad de seguir accionando desde todos nuestros espacios como movimiento social. Tal es el extremo de que han desaparecido las Comisarías de la Mujer y niñez, así mismo no se cumple a cabalidad con la ley 779 ?Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres? cuyas consecuencias son exponer más y más la vida y seguridad de las mujeres y niñas en Nicaragua, al continuar haciendo mediaciones como producto de las reformas a la ley, y otras consecuencias que iremos compartiendo a lo largo de este proyecto.
Con el presente proyecto pretendemos aportar a que mujeres, jóvenes y niñas vivan libres de violencias, con acceso a la justicia, en territorios que reconozcan y respeten sus derechos, participando en procesos de formación, autocuidado y sanación de los efectos de las violencias vividas, sensibilización en los territorios en los que se intervendrá y fortalecimiento del movimiento de mujeres en Nicaragua.
· Facilitando procesos de formación e intercambios: para conocer, reflexionar y actuar por nuestros derechos, contar con espacios seguros de sanación y potenciar la capacidad para la defensa de nuestros derechos.
· Formación dirigida a universitarios/as en el análisis y abordaje de la violencia desde el enfoque género-sensitivo.
· Procesos de atención, autocuido y de sanación ante el limitado acceso a servicios de salud.
· Sensibilización a la población en general sobre el derecho de las mujeres a vivir libres de violencias en una cultura democrática.
· Fortaleciendo la articulación con el Movimiento de Mujeres en el norte de Nicaragua y en alianza con otros movimientos sociales.
· Promoción de una cultura inclusiva que respete a las mujeres.