Descripción resumida
El proyecto se desarrollará en el municipio Quibdó, del Departamento del Chocó (Colombia), que se encuentra situado en el noroeste del país, en la región del Pacífico colombiano.
La población chocoana vive en una situación histórica de vulnerabilidad, caracterizada por la marginalidad, la exclusión, el empobrecimiento, la violencia y la falta de participación ciudadana consciente en las decisiones públicas. Como resultado de esta situación, el Chocó es el departamento del país con el mayor índice de población con necesidades básicas insatisfechas, con mayor empobrecimiento a nivel social y con falta de oportunidades, económicas y sociales para su población.
Las comunidades con las que se trabajará han desarrollado de manera ancestral, los llamados sistemas tradicionales de producción, en una estrategia de resistencia frente a las graves condiciones de precariedad y violencia que azotan al departamento, permitiendo a sus pervivir en sus territorios y conservar sus valores culturales.
Por otro lado, el impacto del conflicto armado, y algunos de sus efectos como los negocios ilegales y la creación de zonas de refugio y adiestramiento de grupos armados ilegales, es muy alto, registrándose151.771 personas Víctimas de la Violencia, equivalentes a 37.988 hogares. El departamento del Chocó y en el municipio de Quibdó, las mujeres sufren diferentes tipos de violencia tanto física, sexual como psicológica y existen también, muchas prácticas culturales, donde están asentadas muchas prácticas que excluyen, discriminan y violentan a las mujeres, y a nivel regional, el caso de la mutilación genital femenina es un vivo ejemplo de esto. Esto tiene efectos directos en la situación de salud, que es bastante grave, agudizándose para los pueblos indígenas que han vivido durante mucho tiempo la desatención del Estado.
El proyecto busca contribuir a que las mujeres afrodescendientes del Departamento del Chocó vivan una vida libre de violencias. El objetivo específico es que las mujeres afrodescendientes de Quibdó vean fortalecidas sus capacidades para la erradicación de las violencias ejercidas contra ellas en espacios públicos y privados. Para alcanzarlo, se plantean dos resultados, que atienden a la siguiente lógica de intervención:
El primer resultado busca la producción de conocimiento sobre las VCM, para lo que se realizarán actividades de registro adecuado y actualizado de la realidad de las violencias (de forma que las mujeres cuenten con datos para la incidencia ante las instituciones, al mismo tiempo que éstas disponen de información veraz para el diseño de medidas institucionales adecuadas y adaptadas) y de difusión y divulgación de los datos elaborados, para la sensibilización de la población en general y la conformación de una masa crítica, consciente de la gravedad de la problemática.
El segundo resultado se alcanzará a través de actividades de fortalecimiento de capacidades de las mujeres y por lo tanto, de sus organizaciones, para la incidencia ante las autoridades locales y la veeduría, ejerciendo su plena ciudadanía para la reivindicación de políticas públicas para la erradicación de las violencias contra las mujeres.
La socia local es la Ruta Pacífica de las Mujeres, movimiento político y social dirigido a fortalecer la visión feminista del pacifismo, la no-violencia y las resistencias civiles, para promover la inclusión de las propuestas de las mujeres y así impulsar transformaciones en lo público y lo privado que contribuyan a la construcción de la paz y la justicia social. Surgida en 1996, y formada por más de 300 organizaciones sociales en 9 regiones del país, tiene presencia en el Chocó desde esa misma fecha para apoyar a las mujeres del primer gran desplazamiento de los 90. Han ejecutado proyectos de cooperación como "Atención psicosocial a mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano" con Intermon Oxfam y "Construyendo Capacidades de las Mujeres de Ruta Pacifica para la Paz como un Aporte al Desarrollo del Estado Social y Democrático de Derecho" con Diakonia.