Proyectos de cooperación

El Hogar de Apoyo Terapéutico Santa María de los Robles (HATSMR), está ubicado en el barrio Caracolí, al sur de la cuidad de Bogotá, en Colombia. Tuvo su origen en el año 2003, a partir de las visitas realizadas por ?Religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús? y el acompañamiento de personas voluntarias del barrio Caracolí, en Ciudad Bolívar en Bogotá ? Colombia, a familias con miembros diversamente hábiles (condición de discapacidad física, cognitiva, social y mental), de éste sector. En éstas visitas se detectaron las condiciones de vida de las familias, así como factores de vulnerabilidad: salud (falta de acceso al servicio médico, desnutrición), educación (analfabetismo), vivienda (hacinamiento, carencia de servicios públicos) y socio-culturales (desplazamiento, violencia, carencia de trabajo estable)), a las que se veían expuestas. Se inició un trabajo encaminado a la búsqueda de estrategias para abordar algunas de estas problemáticas orientadas a las madres en su mayoría cabezas de hogar, por medio de talleres y capacitaciones. El Hogar de Apoyo se ha convertido en un espacio que ha ido ganando fuerza e influencia en la comunidad debido a su impacto y a la forma de generar desarrollo comunitario, especialmente en las familias de las personas diversamente hábiles. Actualmente atiende a 22 familias con madres cabeza de hogar (la mayoría analfabetas) que tienen uno o más integrantes diversamente hábiles (condición de discapacidad cognitiva, física, psicológica, sensorial y conductual) sin distinto geográfico, étnico, religioso, cultural, y con gran calidez. Cuenta con un equipo de profesionales multidisciplinarios, quienes valoran las habilidades de cada uno de los beneficiarios y, desde sus mismas capacidades, orientan su desarrollo humano integral, con una gran conciencia de responsabilidad social; a través del desarrollo de programas de capacitación para las Madres y de terapias integrales a nivel multidisciplinario, para los beneficiarios diversamente hábiles. Nuestra visión es aumentar la cobertura de familias a las cuales el Hogar apoya, haciendo énfasis en la necesidad de lograr la alfabetización de las Madres lo cual es esencial como inicio para la preparación y capacitación de ellas hacia proyectos productivos según sus gustos, aptitudes y capacidades, que les permita acceder a una ingreso fijo y constante que mejore las condiciones de vida de todo el núcleo familiar, y, de manera prioritaria, al integrante diversamente hábil, de las mismas, para darles una salida ocupacional y productiva. La fundación PROACIS apoya con recursos económicos desde el año 2007 el programa de atención profesional a personas diversamente hábiles. Lo que ha hecho posible el trabajo constante en el Hogar, en cuanto a terapias, talleres a madres, gestión de redes, posicionamiento en la zona por la calidad del servicio que se presta. Es importante recalcar que el grupo de profesionales voluntarios que en la actualidad brindan los respectivos apoyos terapéuticos en el HATSMR, es el resultado de la presencia continua de cada uno de ellos, el interés de ayudar a los menos favorecidos, la identidad y ética profesional con la que cada uno de estos profesionales cuenta. El Instituto de Religiosas Esclavas del Sacratísimo Corazón de Jesús, se estableció en Colombia en Octubre del año 1933, como entidad sin ánimo de lucro de origen canónico durante años ha trabajado en el área educativa y a la par ha realizado su obra pastoral y social en diferentes ámbitos. Desde el año 2003 inicio su actividad social en el barrio Caracolí de Ciudad Bolívar, con el programa del Hogar de Apoyo Terapéutico Santa María de los Robles. Apostando siempre por los más desfavorecidos, muy especialmente por la mujer. Las Esclavas del S.C. de Jesús, hemos asumido la dirección del programa de atención a personas diversamente hábiles, a sus familias y en especial a las madres - cuidadoras, con sentido de responsabilidad, servicio cercano, respetuoso, abierto a la diversidad, en edad, género, raza, estrato, credo. Siendo conscientes de que la presencia, el esfuerzo constante, la gestión insistente, el trabajo en Red con Instituciones privadas y del Estado abren camino a horizontes nuevos para ellas, aminoran sus carencias, disminuyen las condiciones de vida, tantas veces poco humanas, y, quizá se van aminorando las situaciones de violencia que las rodean.