Descripción resumida
Resulta muy difícil remontarse a los orígenes del pueblo Huaorani y su historia es una historia de represión. El período comprendido entre 1880 y 1940, ?los años del caucho? es otra de las tantas épocas negras en la historia del los Cofanes, Huaoraní, Sionas y Secoyas que fueron diezmados, esclavizados, vendidos en los mercados de Iquitos y Manaos, o asesinados sin piedad. Los Huaoraní que quedaron con vida huyeron a refugiarse en las quebradas más ocultas volviéndose agresivos defensores de su tierra y de su supervivencia. Hasta hoy la población indígena y la población colona viven físicamente y socialmente en comunidades separadas y solo en las ciudades de Coca y Sacha se entremezclan ambas sociedades. A pesar del impacto de las empresas petroleras y el proceso de colonización intentan mantener en la medida de lo posible, sus tradiciones y lazos comunitarios. Aún así, el pueblo huao pasa por momentos de acelerado cambio. Los contactos con la sociedad colona cada vez más frecuentes hacen que crecen también las necesidades materiales de las familias Huao. Para que puedan satisfacer estas nuevas necesidades necesitan un mínimo de ingresos monetarios.
Orellana y Sucumbíos son las provincias donde se extrae la mayor parte de la riqueza petrolera del país pero esta actividad petrolera poco ha contribuido al desarrollo de la región. En el Ecuador rural, la provincia que presenta el mayor porcentaje de población en situación de pobreza por NBI es Orellana. En el áea urbana el 9,1% de las mujeres indígenas y el 5,2% de los hombres indígenas no saben leer ni escribir. Las altas barreras que afrontan las mujeres indígenas a la educación y formación limitan su acceso a trabajos más productivos y mejor remunerados. Solo el 14,9% de las mujeres indígenas tienen acceso a un trabajo formal. En el entorno machista reinante el bajo nivel de formación, el difícil acceso a los servicios básicos de salud y una dependencia económica casi total del marido o compañero hacen que la gran mayoría de las mujeres sean muy vulnerables frente a una situación de violencia intrafamiliar.
Uno de los elementos asociado al empoderamiento de las mujeres es la disponibilidad de recursos. El acceso y disponibilidad de recursos financieros facilita el empoderamiento de las mujeres, a la vez que el empoderamiento les da acceso a más y nuevos recursos. Si bien el trabajo ?fuera de la casa? representa a menudo una doble carga, el acceso a este tipo de trabajo incrementa la independencia económica y, por tanto, la independencia general. Las altas barreras que afrontan las mujeres indígenas a la educación y formación limitan su acceso a trabajos más productivos y mejor remunerados y a roles de liderazgo, así como su participación plena en el desarrollo de sus comunidades. En el marco de una economía solidara y un desarrollo económico sostenible con los talleres de artesanía la Fundación pretende por un lado valorizar el papel productivo de la mujer y por otro lado divulgar la cultura precolombina amazónica desconocida por la gran mayoría de la sociedad ecuatoriana. La generación de ingresos propios es solo un paso hacia una mayor independencia económica de su marido/compañero. Para que la mujer también pueda decidir sobre el uso de estos ingresos la Fundación impartirá una serie de 14 talleres que pretenden contribuir a su empoderamiento económico. Para permitir a las mujeres indígenas el acceso a los talleres de formación profesional prevemos reducir las barreras financieras a través de incentivos (estipendios), adaptamos los horarios (horario reducido), seleccionamos la casa albergue como lugar de capacitación (un edificio lo más similar a su entorno físico habital en el que se sienten cómodas) y organizamos un servicio de guardería infantil.
?Auca?, han llamado los Kichuas durante generaciones a sus belicosos vecinos huao. Mientras que los viejos diccionarios Kichuas del ecuador traducen la palabra ?auca? como ?guerrero?, y ?rebelde? actualmente en boca de la población colona y kichua la palabra ?Auca? ha adquirido el significado muy despectivo de infiel, maleducado, salvaje lo que refleja a la perfección los sentimientos de la población Kichua y colona hacía el pueblo Huao. Los talleres de formación profesional no busca solamente generar una fuente de ingresos para las mujeres indígenas además de promover una alternativa de desarrollo para ellas sino que también se busca trabajar sobre una estética y una mística local, propia y reflejo de los Pueblos y Nacionalidades que habitaban la región. Con los talleres pretendemos contribuir a rescatar la identidad y el pasado de la provincia.